viernes, 12 de septiembre de 2014

Con lo que crecí.

Pasaron varios años puede que ya no sea un niño pero aun disfruto de las pequeñas cosas de la vida como un paseo por el parque con un buen Dinkiño (perrito) dormir bajo el sol en el patio viendo hacia el cielo no sin antes haberles encontrado mil formas diferentes a las nubes, emocionarte con cualquier cosa que a otros hallan sin importancia, una estrella que brilla más que otras, un colibrí que pasa justo frente a ti, un gato que salto de un tejado al otro como si de superpoderes se tratara, un árbol de navidad con mil luces de colores que se encienden y apagan como si bailaran unas con otras, con el sabor del helado bañado con chocolate, con un sueño inolvidable en el que podías volar, ver algo tan gracioso que solo pensar en eso te vuelves a reír, el estreno de un capitulo nuevo de tu serie animada favorita, anhelando poder salvar el día dibujando en tu cuaderno de notas imaginando… soñando.


Hay gente que te llama idiota o infantil, para mi es la mejor manera de ser y funciona para mí, a esto súmale la emoción de oír la música que más te alegra, que sin darte cuenta te identifica y te hace explorar otras facetas de ti mismo, tu lado más juguetón, más picaresco, el más serio,  el más depresivo, tu lado más oscuro o el que te hace creer que eres parte de algo más grande, la música que se convierte en el soundtrack de tu propia historia animada, esas melodías que se apoderan de todo tu cuerpo y te hacen ir al compás de sus notas de aquí para allá, la emoción de ver a tus artistas favoritos lanzar un nuevo álbum, de sacar al mercado nueva música, poner al aire vídeos tan elaborados colorido o hasta bizarros, pero todo siempre acompañado por esa melodía que te hace gritar!.ç



Yo crecí dentro de una generación que apenas se adentraba en la era digital, en la que te dabas cuenta que no eras más un solitario tonto que gustaba de algo, que habían más como tú en nuestra enorme aldea global, que disfrutaban de los paseos con Dinkos, que reían a carcajadas con cartoons y que cantaban desaforados cuando su canción favorita sonaba en la radio. Hay en esta aldea un espacio para todos los melómanos y los filósofos, los soñadores y los pragmáticos, los niños hombres y los hombres niños…  y para todos aquellos que lo son todo en uno.


Peace I'm out!


GIGO

2 comentarios: